Con una cámara de alta definición registró el momento en que le pusieron una pistola en el cuello. Cuando arrancaba, ocupó un botón de pánico y aplicaciones del celular. “Antes tenía una cámara barata y la resolución era tan mala, que de noche no grababa ni las patentes ni los rostros”, confiesa. Fotos: Elisa Verdejo.
|