LUN
Volver   
Carlos González fue formalizado por femicidio frustrado, amenazas reiteradas y desacato

Amigas cuentan la historia de la abogada brutalmente agredida por su ex pareja

Isabel Lamoliatte


Cuando el fiscal Claudio Gutiérrez exhibió el video de la cámara de seguridad del edificio donde vive Karen Saldías Ramírez (38 años), Carlos González Olivo (45) miró atentamente las imágenes. Luego pidió un lápiz y un papel, escribió unas palabras y se lo entregó a su abogado defensor.
El ingeniero civil fue formalizado este jueves por los delitos de femicidio frustrado, amenazas reiteradas y desacato. El primero de ellos ocurrió a las 4:45 de la madrugada del miércoles cuando llegó al edificio de Las Condes, donde vive su ex pareja.
"En el exterior del edificio y con ánimo de matar a su ex conviviente el imputado tomó una piedra, tipo adoquín, con la cual la golpeó fuertemente en el rostro y la cabeza. Luego la lanzó al suelo y la pateó en la cabeza y distintas partes del cuerpo", relató el persecutor.
La agresión fue interrumpida cuando el conserje del edificio salió a ayudar a Karen. González Olivo huyó del lugar y fue detenido la noche del miércoles en las cercanías de su departamento en Ñuñoa.
"La víctima resultó con lesiones graves consistentes en fractura maxilar, con pérdida de cuatro piezas dentales, heridas contuso cortantes en labios que requieren ingreso a pabellón y heridas de tres centímetros en el cuero cabelludo", agregó el fiscal.
La historia
Este jueves el Cuarto Juzgado de Garantía se llenó de compañeras de trabajo de la víctima en la Corporación de Asistencia Judicial Metropolitana. Muchas de ellas llevaban un pañuelo morado con la frase #NiUnaMenos.
Una de ellas relató que el vínculo de la abogada con González  duró poco más de dos años. Comenzó a fines del 2020 y el 2021 se fueron a vivir juntos al departamento del ingeniero. Al comienzo parecía una relación normal: él se mostraba cariñoso y como un dedicado padre de sus dos hijos producto de otra relación.
"Las relaciones con un agresor tienen un perfil similar. Él era muy encantador. Parecía una persona muy comprensiva. A medida que avanzó la relación empezaron las conductas agresivas. Luego él le enviaba flores para pedirle perdón", dijo su compañera Paz Carrión.
"Tenía algunas conductas extrañas que como amiga me llamaban la atención. Las conversamos en el grupo de amigas y con Karen también. Eran principalmente conductas de celos y control que trataba de ejercer en ella", relató Jennifer Caro, amiga y abogada querellante.
La pareja vivió junta hasta enero del 2022. "Terminaron y Karen se fue a vivir sola. Retomaron en agosto del 2023 y en diciembre ella terminó definitivamente. Él se puso violento de inmediato", agregó la abogada.
González la hostigaba llamándola repetidamente desde números telefónicos diferentes. Además, le enviaba mensajes a la actual pareja de Karen.
Los padres de Karen también estuvieron presentes en la audiencia. "Él se pone violento cuando toma alcohol. Pasamos tres meses muy preocupados por mi hija. Él iba incluso a nuestra casa para amenazarnos. Sabía todos nuestros movimiento y rutinas. Mi hija dio la cara y estamos orgullosos de ella", afirmó Juan Saldías mientras su esposa lloraba de emoción.
Los antecedentes
Durante la audiencia el fiscal Gutiérrez entregó antecedentes sobre la violencia que González ejerció sobre Karen antes de la agresión del miércoles 20. "El imputado nunca aceptó el término de la relación", dijo.
Desde el cese de la convivencia, a fines del 2022, "el imputado amenazó a Karen en reiteradas ocasiones. En una ocasión le fracturó un dedo, luego la amenazó con divulgar videos íntimos de ambos y varias veces fue a lanzar piedras al edificio donde vive la víctima".
Debido a las agresiones, la propia Karen interpuso una denuncia en el Juzgado de Familia. "El Tribunal emitió los antecedentes al Ministerio Público y el 17 de enero emitió una orden de prohibición de acercarse a la víctima, cosa que evidentemente no cumplió", afirmó el persecutor.
El hecho más gravoso, continuó, ocurrió la noche del 11 de marzo. "A las 21:43 horas la víctima recibió un correo electrónico de parte de su ex pareja, Carlos González, que decía textual aunque me vaya preso, p?  voy a gozar mandarte al hospital. Y esto fue exactamente lo que ocurrió".
La defensa de González argumentó que hace un año al imputado le diagnosticaron "una depresión severa y un trastorno del espectro autista (TEA). Eso no justifica la agresión, pero da un contexto al hecho".
Pero la jueza Andrea Díaz Muñoz se mantuvo firme con su resolución. Ordenó que el ingeniero cumpla prisión preventiva en el penal Santiago Uno y dio un plazo de 60 días para investigar los hechos.  
 


"Él se pone violento cuando toma alcohol. Pasamos tres meses muy preocupados por mi hija"