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El pintor chileno-libanés vive dos meses al año en Santiago

Bechara, el artista, muestra su depto muy árabe y nómade

Wilhem Krause


1 Bechara Baroudi explica que su familia está siempre en movimiento. Este es el depto de todos, pero pocas veces coinciden. Él viene unos dos meses al año a Chile. Su centro de operaciones está en El Líbano, donde está su estudio y lleva radicado dos años. “Lo más importante de este rincón familiar es la foto de mi abuela, que murió hace tres años. Es la musa de la familia. Nos dio toda una visión de vida, si no fuera por ella el talento artístico nunca estaría tan presente”.

2 Pintó este enorme cuadro el 2011, cuando tenía un taller en Luis Pasteur: “Fue una etapa en la que hice muchos cuadros de este estilo. Trato de representar la gente que conozco en mis viajes. En mis cuadros siempre hay un conejo porque atraen la suerte y la energía”.

3 Estos cojines fueron parte de su proyecto de título para recibirse de diseñador gráfico: “Quería generar una línea de merchandising con cojines, poleras y agendas. Con mi arte quiero pasar del plano del cuadro al plano de objetos de diseño. Así gente que no puede adquirir mi arte, puede tenerlo de otra manera. El año pasado hice tres mil covers para iPhone y los vendí todos”.

4 Romero Britto, pintor y escultor brasileño, que tiene muchísimos productos de merchandising, es su mayor inspiración: “Fui a su tienda en Brasil y él tiene la esencia de eso en que me gustaría convertirme”.

5 “La hookah (dispositivo para fumar) representa mi lado sibarita. En el Líbano se usa mucho después de almuerzo. Te puedes quedar cuatro horas relajado. Es como el carpe diem: disfrutar el día y gozar de los placeres”.

Su pieza . Está llena de fotos de su infancia. En las repisas hay miles de adornos, con figuras tan dispares como budas mezclados con vírgenes: “Mi pieza es mi cabeza. La saturé de todo lo que me trae recuerdos, alegrías e inspiraciones. Es mi nido. Me cargo de energía”.

-¿Prefieres esta pieza o la de El Líbano?

-No puedo decidir qué me gusta más. Es como que te digan a quién amas más de tus dos hijos. Soy libanés y chileno. Allá tengo mi base y mi locura. Acá fui al colegio, atesoro muchísima información.

El comedor . Hay una tabla enorme donde Bechara pasa tardes y noches pintando. “Este es el taller mientras estoy acá, pero echo de menos el de El Líbano”. Cuando invita amigos a comer, usa como mantel una pintura que no le gustó. “Como nómade te tienes que ir adecuando, pero ayer comimos todos arriba del mantel, sin problemas”.