Más de 400 activistas australianos protestaron contra su gobierno enterrando sus cabezas en la playa de Bondi Beach en Sidney. La protesta se originó por la renuncia del ejecutivo a incluir el cambio climático en su agenda para la reunión del G-20 del fin de semana. Los activistas afirman que el gobierno australiano esconde la cabeza como un avestruz ante el fenómeno, en los momentos en que EE.UU. y China firman un acuerdo para reducir las emisiones de dióxido de carbono. Fotos: AFP
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