De sus 35 años de vida, Álex Silvestre Ramos ha pasado once viviendo con una pena inmensa: el 2003 su esposa se perdió para siempre, sin dejar rastro. Y desde entonces él no ha parado de buscarla, por todos lados, pero especialmente en los roqueríos y acantilados de Valparaíso. Fotos: Miguel Arenas.
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