En solo siete meses le robaron los anteojos, el celular y luego le hicieron una encerrona.
En una de las ocasiones dejó botado el vehículo y salió persiguiendo al ladrón. La última vez se subió a la berma y aceleró para escapar en su Land Rover. La principal lección que aprendió, dice, es a conducir con las ventanas cerradas.
Fotos: DAVID VELÁSQUEZ
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