Cata Correa estudió teatro y ballet, y ahora abrazó el ilusionismo.
Conoció a un mago, se enamoró y le pidió que fuera su maestro. No fue sencillo. Muchas veces lloró y pensó en renunciar, hasta que a punta de ensayo y error aprendió. “Quiero ser la mejor de Chile”, dice.
Fotos: DAVID ALARCÓN
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