Estuvo casi tres horas arriba, en la cúpula de la iglesia Divina Providencia. El hombre, de 42 años, se subió por los andamios, pasadas las 13 horas, y no hubo forma que los trabajadores de la empresa constructora que realizan los trabajos de restauración del templo lo pudieran bajar. Desde ahí movía sus manos, con una botella -que decía que era de bencina- e intentaba llamar la atención diciendo que se iba a lanzar.
Fotos: FRANCISCO LEÓN
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