Aquí partió el pololeo

En esta propiedad, la hacienda “Manuel Rodríguez”, se pasearon los enamorados, que mantenían una relación estable hacia fines de 1817. Ella tenía 36 años. Él, 33. La casona perteneció a la familia Rodríguez hasta la década del 60. La historiadora Laura Cabrera, nacida en la zona (foto) comenta que en Pumanque hay unas mil personas y muchas de ellas cuentan que “Francisca anda penando, que han visto su figura cerca de la iglesia y que ellos tienen que hacer algo por ella”. ¿La razón? Que está enterrada en la iglesia, que se cayó con el terremoto del 2010.


Francisca Segura murió a los 92 años mirando un cuadro del guerrillero

Destapan al gran amor de Manuel Rodríguez

Documental narra la desconocida historia. Del idilio nació el único hijo conocido del prócer, Juan Esteban.

E l amor a toda prueba entre Manuel Rodríguez y Francisca de Paula Segura y Ruiz se conoce en todo Pumanque por tradición oral. Ellos relatan que el escurridizo guerrillero cabalgaba hasta el pueblito en la zona de Colchagua para ver a su amada, cuya huella se ha diluido con el tiempo. Ni una imagen de ella se ha encontrado, pero se relata que era mujer culta (se conserva una firma de ella, cosa rara para la época) y bella, al punto que a sus 14 nietos les decían “los principitos”.

La leyenda del par de enamorados y la localidad fue recopilada por Laura Cabrera, historiadora de la UC, quien plasmó lo que dicen los habitantes más antiguos en el documental “Aquí en Pumanque”, que será exhibido mañana en Caleta Lastarria (Villavicencio 395). Los pumanquinos ya lo vieron, en la medialuna local.

“Muestra los lugares donde Manuel y Francisca se pueden haber encontrado. De hecho, el lugar ícono es la hacienda ‘Manuel Rodríguez’, con sus extensos corredores”, adelanta Juan Esteban Rodríguez Besa, descendiente de la principal figura de la resistencia independentista.

Fruto de este amor nació en la zona el único hijo conocido de Manuel Rodríguez, Juan Esteban Rodríguez Segura. “Nació el 24 de abril de 1818 y su padre murió el 26 de mayo de 1818. Este documental lo humaniza y no lo muestra como un guerrillero bueno para las mujeres y el carrete. En sus cartas denotaba gran tristeza. Sabía que iba a tener un hijo, que tenía un hijo... Sufría porque no podía verlo ni podía estar con su amor”, dice Rodríguez Besa. No hay documentos que acrediten un matrimonio, pero el acta de defunción de Francisca la describe como “viuda de Manuel Rodríguez”. Según su descendiente, “no estaban dadas las condiciones para el casamiento con Francisca. Era prácticamente un fugitivo, era mal visto por el gobierno”.

La historia, entonces, se mantuvo oculta. El hijo de Manuel, Rodríguez Segura, fue criado en Pumanque y tuvo 14 hijos, los principitos. “Mi bisabuelo, abuelo y hasta mi padre eran religiosos y conservadores. A mi juicio, les daba un poco de vergüenza hablar del tema y descender de un hijo natural. A fines del 1800 se les ofreció a los próceres con hijos naturales legitimarlos. Los nietos del guerrillero, que eran hombres importantes, se opusieron y argumentaron que su padre fue hijo del amor y no de la ley”, explica Juan Esteban.

Laura Cabrera agrega que “Francisca de Paula Segura y Ruiz vivió hasta su muerte en la hacienda de Pumanque”. Murió a los 92 años, en 1874, mirando el retrato de su único amor que estaba colgado en el extenso comedor de la casona.


Una calle los unirá

Romántico homenaje

“Es imposible hablar de Pumanque sin mencionar a Manuel Rodríguez y Francisca Segura”, explica Laura Cabrera, la documentalista, quien se dedica al rescate de la historia oral de distintos pueblos del país. Como en muchas otras localidades chilenas en Pumanque hay una calle Manuel Rodríguez, pero ninguna para Francisca. Los pumanquinos se sienten en deuda y en noviembre rebautizarán una arteria con su nombre, la que intersectará románticamente con la de su amado.