¿Y si vuelven los íconos a todas las estaciones del Metro?

Arquitectos creen cada una de las estaciones de la red debiera tener uno

¿Y si vuelven los íconos a todas las estaciones del Metro?

"Contin??an siendo de uso universal en casi todos los ferrocarriles subterr??neos", asegura Sebasti??n Gray.

A mediados de los setenta, el analfabetismo aún rondaba el 10 por ciento de la población chilena. Ese fue uno de los principales motivos por los que en 1975 el recién inaugurado Metro de Santiago contó con pictogramas que identificaban cada una de las estaciones. Con este nuevo sistema gráfico ya no era imprescindible saber leer para ubicarse en la flamante Línea 1, que por esos años se extendía sólo entre las estaciones San Pablo y Moneda.

Así lo corrobora Mauricio García, ex director del Museo de la Historieta, quien conoció a Jaime Escudero, el arquitecto creador de las icónicas imágenes. “Él buscaba convertir los pictogramas en herramientas de fácil utilización. Lamentablemente, a medida que la gente se educó, Metro pensó que ya no eran tan útiles, por lo que en algún momento decidió sacarlos”, detalla.

Las imágenes pasaron al olvido hasta la inauguración de la Línea 6, donde reaparecieron como en sus mejores tiempos. ¿Por qué no ponerlos en todas las estaciones de la red?

Según Sebastián Gray, profesor de la Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica y máster en Arquitectura del Massachusetts Institute of Technology (MIT), es una buena idea porque cumplen una doble función, al aportar con información que orienta y crear identidad de barrio. “Sin importar las motivaciones originales de Metro, lo importante es que hoy los pictogramas continúan siendo de uso universal en casi todos los ferrocarriles subterráneos, pues no sólo sirven para quienes no hablen el idioma, sino para todo turista o santiaguino despistado, que de una sola mirada puede saber en qué estación está”, explica.

Lo mismo cree Pablo Allard, director de la Escuela de Arquitectura de la Universidad del Desarrollo y máster en Diseño Urbano de la Universidad de Harvard. “Es tal la cantidad de estímulos visuales que existen en los espacios de movilidad, como calles y estaciones, que cualquier mecanismo que ayude a orientarse hay que estandarizarlo”, explica.

“Los pictogramas siguen siendo de uso universal en muchos metros del mundo”

Sebastián Gray