No se conocen, jamás han oído de la otra pero tienen la misma profesión. Pierina Grimaldi, nutricionista y creadora del sitio ViveNutricion.cl, y Claudia Rojas, nutricionista y académica de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, aceptaron tomar un carro y se recorrer pasillo por pasillo un supermercado, buscando los alimentos saludables que el reglamento de la ley de etiquetado marcará con un disco Pare negro y letras blancas en su envase.

Desde el 27 de junio, todos los alimentos y bebidas de medianas y grandes empresas deberán llevar alguna o varias advertencias si en su composición un producto está fabricado con exceso de cuatro elementos. En la parte frontal del envase, la etiqueta advertirá si un producto es “Alto en sodio”, “Alto en calorías”, “Alto en grasas saturadas” y “Alto en azúcares”.

“La ley está bien hecha, pero castigó a productos saludables porque basa sus estándares en medición de 100 gramos”, indica Claudia Rojas.

Por ejemplo, en el caso de las galletas de avena que nos salvan del hambre de media mañana, el rótulo dice que es alta en calorías porque entiende que comeremos 100 gramos de galletas, y no la porción recomendada, que es de dos o tres unidades según la marca.

“Al haberse hecho el reglamento con 100 gramos, casi todos los alimentos estarán con el rótulo y la gente no va a discriminar entre uno y otro”, añade Pierina Grimaldi, mientras ambas se pasean mirando varios de los artículos que ya muestran las marcas negras en sus envases.

De acuerdo al reglamento de la Ley 20.606, los alimentos deben incluir advertencia según estos estándares:

“Alto en calorías” : si el alimento en 100 gramos supera las 350 calorías. En bebidas, si en 100 mililitros supera las 100 calorías.

“Alto en sodio” : si el alimento en 100 gramos supera los 800 miligramos de sodio. En bebidas, si en 100 mililitros supera los 100 miligramos de sodio.

“Alto en azúcares” : si el alimento en 100 gramos supera los 22,5 gramos de azúcares totales. En bebidas, si en 100 mililitros supera los seis gramos de azúcares totales.

“Alto en grasas saturadas” : si el alimento supera los seis gramos de grasa. En bebidas, si en 100 mililitros supera los tres gramos de grasas.

En los años 2018 y 2019, estos márgenes se modificarán y serán más exigentes con las cantidades permitidas para elaborar advertencias en el envase.

Con la medición actual, ya hay productos salpicados para estas nutricionistas, quienes armaron una canasta básica de alimentación saludable. Acá su selección y explicación.

“Hay galletas de avena que van a quedar con los logos de Altas en grasas saturadas, azúcares y calorías. Entonces, las personas no van a saber elegir entre una y otra. Una puede tener 30 gramos de azúcar por 100 gramos y otra 23, pero eso no se percibe a primera instancia hasta que se lea la tabla nutricional del envase”, dice Pierina al detenerse en el pasillo donde están estos productos.

Galletas integrales de avena sin azúcar . “Suelen tener semillas también y van a ser rotuladas como altas en grasas y calorías. Una porción corresponde a dos unidades, que aportan aproximadamente 135 calorías y son los carbohidratos necesarios para un funcionamiento normal. Se requieren 11 gramos de fibra diariamente, que se cumplirían con las tres porciones de verduras y dos de frutas a diario, pero eso sabemos que no ocurre, entonces la fibra soluble debe ser adicionada en galletas y pan integrales”, explica Rojas. “Es un producto saludable que está siendo castigado”, suma.

Quínoa inflada . “Aparece como alta en calorías y azúcares porque se le adicionó este último, pero por porción sólo tiene cuatro gramos de azúcar”, indica Grimaldi. “Su aporte calórico por porción es menor a una barra de cereal promedio de 70 calorías y también es un producto recomendable como snack porcionado”, dice la académica.

Mix natural de frutos secos . Indica alto en grasas saturadas, calorías, azúcares. “En una porción de 30 gramos, un puño cerrado, tiene 140 calorías y ácidos grasos mono y poliinsaturados que son las grasas buenas para el organismo. Hay que fijarse en los ingredientes. Algunos manís salen marcados como altos en grasas porque están fritos en aceite vegetal o soya. Si se le agregan frutas deshidratadas seguramente se les añadió azúcar”, argumenta Grimaldi. “Es un producto recomendado, porcionado y ojalá comprado al natural en una tostaduría”, datea Claudia.

Galletas de salvado light . “Si bien salen marcadas como altas en calorías, tienen grasas buenas y proteínas, más un montón de fibra beneficiosa”, detalla Pierina. “Una porción de galletas pueden tener 137 calorías, la mitad de una marraqueta”, adhiere Rojas.

Galletas de soda light . “Se señala que es un alimento pasado en calorías, pero la porción indicada de siete galletas es saludable”, describe la académica. “Las galleras de soda suelen no tener azúcares”, complementa Pierina.

Galletas de arroz . “Muchas marcas saldrán marcadas como altas en sodio, pero se debe buscar aquellas bajas en este ítem. Tienen pocas calorías y suelen ser cero azúcar”, ilustra Grimaldi. “Si se acompaña con palta o mermelada, la porción es mejor opción que una barra de cereal”, indica su colega.

Barras de cereal de frutas . “Aparecen altas en grasas saturadas pero en una porción hay sólo 1,9 gramos. Son recomendables, pero que sean de ingredientes simples. Mientras menos ingredientes, más saludables. Se debe tener ojo porque que un producto sea sano no significa que toda la línea o similares lo sean. Hay que fijarse en el etiquetado”, advierte Pierina.

Cereal integral de trigo . “Es lapidario señalar que sea Alto en calorías siendo que son carbohidratos necesarios en un desayuno en una porción de 30 gramos, que es media taza”, indica la docente de UNAB.

Granola baja en grasas . “Tiene frutos secos y aporta grasas insaturadas, es recomendable como parte de un desayuno o colación ideal porcionada”, desmenuza Rojas. “Está castigado como Alto en calorías y es equivalente a una porción de cualquier otro cereal, como arroz o fideos”, aporta Grimaldi.

Chips de vegetales . Claudia apunta: “Están marcados como Alto en calorías pero en porción de 20 gramos está bien para ser un snack. El problema es que es difícil cumplir una porción”. “Son tan livianos que no dan saciedad y lo crujiente incentiva a comer más, pero tienen algo de fibra”, suma Pierina.