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Llevará partículas de cobre para que tenga propiedades antibacterianas

Japi Jane busca apoyo solidario para crear el primer juguete sexual chileno

Joaquin Riveros


E l cobre está en todos lados: en los pasamanos de las escaleras del Metro; en los mesones de los hospitales; en los uniformes de médicos y enfermeras; en el jabón; en las virutillas de cocina; los calcetines; la ropa interior y ahora, lanzado a la vida, podría estar en los vibradores.

La idea es de Jane Morgan, la creadora de la empresa Japi Jane, que vende todo tipo de productos para potenciar y diversificar la gimnasia e imaginación sexual. De ser una retailer que vende productos importados, Jane, en el décimo aniversario de su empresa, quiere producir el primer vibrador de Chile para el mundo, que incluirá el dicho metal debido a sus propiedades antibacterianas. La idea se le ocurrió un año atrás. “Venía de vuelta de una feria de juguetes sexuales de Estados Unidos y el mesón de la Aduana tenía una leyenda que decía que era de cobre para evitar bacterias. Relacioné ambas cosas y me surgió la idea del vibrador”, cuenta.

Para fabricarlo contactó a gente de la escuela de diseño de la Universidad Adolfo Ibáñez, donde un grupo de alumnos está desarrollando el proyecto, incluido un estudiante del MIT que viajó especialmente. “El desarrollo tiene dos grandes desafíos. Uno estético y otro tecnológico. Revisamos muchos juguetes sexuales, ordenamos por formas, pequeños, grandes; por función, interno o externo y llegamos a un formato que penetra y además estimula el clítoris”, explica Felipe Vera, profesor de la escuela citada.

La idea es que el aparato sea integrador.

“Debe potenciar el placer individual, pero también en pareja. El concepto detrás del producto tiene que ver con el jugar y disfrutar entre dos”, explica el sexólogo Rodrigo Jarpa, que participa en el proyecto.

En lo tecnológico el desafío es el desarrollo del material. “Estamos trabajando con silicona, que si bien es muy higiénica, tiene una mínima falla en cuanto a que algunos microorganismos no pueden ser eliminados. Esa falencia la queremos neutralizar con la propiedad antibacteriana del cobre”, agrega.

El proyecto ya partió y para producirlo se necesita $5.000.000, por lo que Jane abrió una línea de financiamiento vía crowfunding. En este tipo de plataformas digitales se describe el emprendimiento, se explica cuánto se requiere para financiarlo y, de alcanzarse la meta, todos aquellos que aportaron reciben una retribución.

Sin embargo, la cruzada solidaria en apoyo al primer vibrador chileno y latinoamericano hasta ahora no ha tenido gran apoyo monetario.

“Llevamos un 20% del valor final y cerramos el 30 de junio. La gente se ha interesado, nos dan ideas para nombres, por ejemplo, pero ese interés no se ha concretado en financiamiento”, cuenta.

Vera calibra el impacto económico del dispositivo: “Esto podría agregar valor a nuestras exportaciones de cobre y abrir un nicho gigante en el mercado de los juguetes sexuales”, dice.

Para aportar al financiamiento hay que ingresar a http://idea.me/japijane.