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Investigación encabezada por el sicobiólogo José Zamorano fue publicada en revista científica londinense

Chileno explica cómo logró que una orca dijera "hello" y "bye bye"

Camila Figueroa

E l que la orca sea conocida popularmente como una ballena asesina, no es más que un embuste poco decoroso creado por los humanos hacia uno de de los pocos animales que, precisamente, es capaz de tener una estructura social similar a la de los humanos, estando a miles de genes de distancia.

De partida, la orca no es una ballena, es un delfín. El más grande de todos. Y tiene dientes, no como las ballenas, que tienen barbas. Tampoco es asesina. Caza por instinto y solo para comer, no de psicópata, y su apodo se lo debe a que puede comer desde pequeños peces hasta grandes mamíferos marinos.

Con los humanos coinciden en su capacidad de establecerse en grupos sociales a través de la imitación de los sonidos (los humanos, al compartir un lenguaje común) y de generar culturas propias. Esto le llamó la atención al sicobiólogo José Francisco Zamorano, quien mientras estaba haciendo su postdoctorado en el Laboratorio de Neurociencia Cognitiva de la Facultad de Medicina de la PUC, financiado por Fondecyt, quiso averiguar si las orcas pueden aprender sonidos humanos.

“Esto es muy importante para la evolución del habla. El hombre primitivo partió comunicándose con sonidos al igual que las orcas, pero no podemos estudiar a nuestros antepasados porque están extintos. Los animales que tenemos a nuestro alcance y lo que sucede con los sonidos de las orcas es muy similar a lo que podría haber ocurrido con los primeros humanos”, detalla el director del Centro de Neurociencia de la PUC, Francisco Aboitiz, quien también es parte de la investigación.

El dialecto de las orcas generado a partir de los sonidos, dice, les permite mantener la cohesión grupal y establecer una estructura social. Se diferencian de otros grupos de orcas por los dialectos y un grupo que “habla distinto” no se junta con quienes tienen un dialecto diferente.

“Los primates viven en grupo, pero no se organizan para ir a quitarle la comida a un león. Las orcas sí, y lo hacen por medio del sonido”, subraya.

Aprendizaje por imitación de sonidos

José Francisco Zamorano, líder de la investigación (publicada en la revista “Proceedings of the Royal Society B” de Londres) y actual colaborador de la Universidad Complutense de Madrid, explica que el principal objetivo fue determinar si las orcas eran capaces de tener un aprendizaje vocal. La respuesta fue positiva.

“Queríamos averiguarlo porque la capacidad de imitar sonidos es fundamental para la evolución humana. Para que se desarrolle un proceso cultural tiene que haber imitación. El sonido es importante para transmitir de generación en generación el conocimiento. Por ejemplo, los que hacen computadores no aprenden por ensayo y error; lo hacen a través de alguien que les dijo cómo hacerlo”, asegura.

Para determinar si es que una orca era capaz de imitar sonidos, primero eligieron a dos orcas: una hembra de 14 años llamada Wikie y su hija, Moana, de tres años. Ambas del acuario Marineland en Antibes, Francia.

“Las orcas están entrenadas con una señal de copia, que básicamente consiste en que el entrenador hace una seña con las manos y la orca hace lo que el otro hace”, aclara.

Moana aprendió cinco sonidos, entre ellos, el crujir de una puerta. “Lo particular de Moana es que fue entrenada para imitar sonidos. Le dábamos peces cuando lo hacía bien, en cambio a Wikie no”, dice.

El segundo paso fue poner a Moana y Wikie juntas. Moana veía la señal del entrenador y decía un sonido. Después a Wikie también le daban la señal de “haz lo que hace el otro” e imitaba el sonido de Moana. “Sin recompensa eso sí, porque no queríamos entrenarla, solo que copiara”, afirma.

La última etapa consistió en que Wikie aprendiera sonidos humanos. “Hizo espontáneamente seis sonidos: Amy, Hello, One Two Three, One Two, Ja Ja y Bye bye”, explica.

Para que aprendiera a decirlo, detalla Zamorano, hicieron ensayos en que el entrenador no podía repetir la misma palabra más de 30 veces. “Lo curioso es que Wikie aprendió el sonido de Hello a la primera. Las otras las imitó a la repetición número diez. Nunca esperamos una copia perfecta porque tienen un aparato vocal distinto al de los humanos. Pero en los análisis acústicos observamos que fue capaz de copiar el tono, ritmo, duración y melodía”.

¿Y cómo funciona el aparato vocal de las orcas? Aboitiz lo explica: “Se origina en la cavidad nasal. Tienen la nariz en la cabeza para poder respirar mientras nadan. Esa cavidad tiene unos sacos de aire parecidos a una gaita. Los comprimen y sale sonido”.

Agrega que el habla humana se produce por una coordinación entre el sistema auditivo y vocal, que ocurre en la corteza cerebral. Se conectan y forman un circuito que permite aprender el lenguaje y además controla las cuerdas vocales, los músculos, los labios y la lengua. “Quienes no pueden hablar es porque tienen lesiones en esa área de la corteza o porque su cerebro es incapaz de comprender el lenguaje”.




26-04-2024