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Participaron en la "8.8 Security Conference"

Hackers comparten sus secretos para evitar ser estafado en internet

Felipe Gomez


H an vulnerado la seguridad de bancos y multinacionales. Por eso pueden entregar datos para evitar ser estafados cuando usamos la página del banco o pagamos algún servicio a través de la web. Algunos de ellos participaron en la “8.8 Security Conference”.


Igual que en la calle. “Si se te acerca un extraño en la calle a pedir información privada no se la vas a dar. Lo mismo se aplica a la red. Hay que sospechar cuando lleguen e-mails de origen desconocido pidiendo información bancaria”, dice el argentino César Cerrudo, consultor en servicios de seguridad en internet.


No coger la carnada. La ciberestafa más común en Chile se conoce como phishing o pesca, en español. Consiste en enviar miles de correos aleatorios, simulando provenir de algún banco. La mayoría sabe que se trata de un fraude y borra el correo, pero unos pocos caen en la trampa.

El argentino Pablo Ramos, miembro del laboratorio de la empresa ESET, recalca que “los bancos jamás envían correos solicitando información privada de acceso a cuentas corrientes o tarjetas”.


Ojo con los candados. Cuando ingrese a la página de su banco, fíjese si aparece un candado en la parte izquierda de la barra de direcciones del navegador. Gabriel Bergel, organizador del evento hacker, explica que “esa es la mejor señal para saber que la página es segura. Además, el sitio debe empezar con la secuencia https en vez del clásico http. La letra s indica seguridad”.


No sea flojo. Aunque a veces es más cómodo hacer click en un link para ir a un sitio web, lo mejor es tomarse la molestia de digitar la dirección a la que desea ir para evitar engaños. “Muchas veces un link puede indicar que te llevará a un sitio, pero al final no es así. Una buena forma de verificar cuál es la dirección real es poner el puntero del mouse sobre el link y ver qué dirección muestra”, cuenta Bergel.


Prefiera la oficina. Las empresas suelen tener un control estricto sobre sus redes y, por lo general, evitan que ingresen códigos maliciosos en sus sistemas. Por lo tanto, la oficina es, en teoría, un lugar seguro para hacer transacciones bancarias. La red del hogar, si es que cumple las normas básicas de seguridad, también puede ser apropiada.


Jamás en público . Los computadores públicos, de los cibercafés, por ejemplo, suelen estar infectados. Algunos incluso tienen keyloggers, dispositivos que leen lo que uno teclea. “Uno no sabe quién está compartiendo la misma red Wi-Fi que uno, en el aeropuerto o en el hotel. Lo mejor es reservar las operaciones privadas a la casa o la oficina”, estima Cerruda.

Gabriel Bergel agrega que “no es tan difícil capturar los datos que transitan en una red pública. Lo ideal es no enviar información privada a través de estas redes”.


Protéjase. Puede parecer obvio, pero el uso de software de seguridad actualizado ayuda a mantener a salvo el equipo en caso de ataque. “Hay mucho software gratuito que puede ayudar a los usuarios a tener el PC bien asegurado. Windows incorpora Microsoft Security Essentials, por ejemplo”, dice Ramos.

César Cerrudo aconseja usar un buen firewall, un programa que bloquea conexiones sin autorización en el computador.



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