E l tsunami arrasaba casas y cuanto encontraba a su paso en Constitución. Si en esos momentos algo material debían salvar los radioaficionados de la zona, eran sus equipos.

“Imagínate, arrancando del agua, con su equipo no más, porque ellos estaban al lado del río”, cuenta desde Talca, Adriana Contardo, presidenta de la Federación de Clubes de Radioaficionados de Chile.

En momentos en que los teléfonos no funcionaban en Chile luego del terremoto, ellos estaban comunicados con sus enlaces en distintos puntos del centro-sur. Por eso critican duramente que Gobierno e instituciones no les presten más apoyo en su labor.

“Hay un poco de soberbia de las autoridades en Santiago al pensar que la red telefónica que ellos tenían montada no les iba a fallar”, reprocha Eduardo Mesías, radioaficionado de Llolleo.

Apenas se repusieron del susto tras el terremoto, activaron sus equipos y comenzaron con la maratónica jornada que no ha parado hasta hoy, para ayudar a contactar personas, informar listas de medicamentos o alertar sobre las condiciones de determinada zona.

Eduardo León, veterano de las radiocomunicaciones, opina desde Viña del Mar que “por los avances tecnológicos se despreciaron las radiocomunicaciones. La directora de la Onemi dijo que no pudo comunicarse por teléfono con el sur. Si hubiera tenido un walkie talkie en HF, VHF, habría conversado sin ningún problema, porque la radiofrecuencia en el aire sigue permanente, ahí está”.