Trinidad Pérez renunció a su pega para vender regalos de matrimonio; ahora habla otro idioma. Dejaron la comodidad del asalariado y se lanzaron a la independencia. Hoy hacen empresa con amigos, familiares o aperran solos. Para ser sus propios jefes, éste es el nuevo léxico que debieron grabarse en la cabeza.
Fotos: RICHARD SALGADO
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